Llevar ortodoncia es un paso importante para mejorar la salud y estética de tu sonrisa, pero también implica una mayor exigencia en tu rutina de higiene bucal. Los brackets dificultan la limpieza diaria y, si no se lleva un buen control, pueden favorecer la acumulación de placa y otros problemas como caries, inflamación de encías o mal aliento. En este artículo te explicamos cómo afectan realmente los brackets a tu boca y qué técnicas puedes aplicar para mantenerla limpia y sana durante todo el tratamiento.
¿Qué cambia en tu boca cuando llevas brackets?
La presencia de brackets introduce varios cambios en la forma de cuidar tus dientes y encías. Aunque son efectivos para corregir la alineación dental, también crean pequeños espacios donde se acumulan restos de comida y bacterias.
Aumento del riesgo de acumulación de placa
Con los brackets, hay más zonas de difícil acceso donde los cepillos convencionales no llegan con facilidad. Esto favorece la aparición de placa bacteriana si no se extreman los cuidados. De no eliminarse a tiempo, esa placa puede convertirse en sarro y provocar caries o gingivitis.
Encías más sensibles y propensas a inflamación
Durante el tratamiento de ortodoncia, las encías suelen estar más sensibles y pueden inflamarse con facilidad, especialmente si hay restos de alimentos atrapados. Es fundamental mantenerlas limpias para evitar problemas periodontales a largo plazo.
Técnicas efectivas para mantener los dientes limpios con brackets
Llevar brackets no significa resignarse a una peor higiene dental. Existen herramientas específicas y técnicas que, si se aplican correctamente, ayudan a mantener la boca en perfecto estado durante todo el tratamiento.
Cepillado especializado y uso de cepillos interdentales
Es recomendable utilizar un cepillo de ortodoncia con forma en “V” o cepillo eléctrico con cabezales especiales. También es importante complementar la limpieza con cepillos interdentales para eliminar residuos entre los brackets y alambres. El cepillado debe durar al menos dos minutos y realizarse después de cada comida.
Irrigador bucal y colutorios sin alcohol
El irrigador bucal es muy eficaz para limpiar zonas de difícil acceso gracias al chorro de agua a presión. Ayuda a eliminar restos y reduce la inflamación. Además, es recomendable utilizar enjuagues bucales sin alcohol para evitar el resecamiento de las mucosas y proteger mejor las encías.
Conclusión
Tener brackets requiere un compromiso extra con tu higiene bucal, pero con las herramientas adecuadas y una buena rutina, es perfectamente posible mantener dientes y encías sanos durante todo el proceso. Recuerda que una buena limpieza no solo mejora los resultados estéticos al final del tratamiento, sino que también evita complicaciones que podrían alargar el tiempo de uso de la ortodoncia. Consulta siempre con tu dentista o higienista para adaptar tu rutina a tus necesidades concretas.